EXHALA!

–   Recuerdo débilmente aquellas pequeñas y esparcidas pecas que tenía en el rostro, entre la nariz y los pómulos salpicando casi con suspicacia el blanco pulcro de su piel; y lo recuerdo por qué fue lo primero que me atrajo aquella vez que la vi sentada en la casa de Doménica, la amiga que le mencioné hace un par de sesiones. Ahí la conocí. –

Hice una pausa, prácticamente podía sentir sobre
mi esa mirada entre atenta y distraída. Respiré profundo, contuve un instante la respiración hasta que exhalé de aquella forma en la que se exhalan los recuerdos. Ese tipo de exhalación que puede culminar en risa, sonrisa o llanto; el mío terminó en una leve sonrisa acompañada del típico gesto aprobativo de mover la cabeza lentamente en forma vertical. Miré fijamente a mi psicóloga y le dije: - Si, ahí la conocí-

Mantuvimos en silencio la mirada. Tras 7 años de terapia estoy convencido que Cristina ha aprendido a arrancar de mis ojos la verdad que mis palabras y ademanes intentan ocultar. Y la conozco tan bien que se lo exageradamente puntual que ella es; y aquello de la respiración después de la pausa, posterior a una historia que mezcla sutilmente los mundos de la realidad, la fantasía y el pasado, me dan el tiempo suficiente para evitar las preguntas finales.

Solo dejo que lea mi mirada, solo dejo que se quede con un poco de mi verdad, y aunque jamás en 7 años he sentido un error en su lectura, me decepciona al ver que no se ha dado cuenta que hoy será mi próxima víctima.

No hay comentarios:

Con la tecnología de Blogger.