Al sentarse es muy cauto, busca atentamente el lugar y lo hace, parece ser desconfiado, pero su primer dialogo demostrarían que más bien es un estratega y líder al menos con respecto a él mismo. “Siempre lideraba cuando jugaba con mi grupo de amigos, y siempre ganaba” (las risas, no tanto carcajadas, se hacen presentes y duran lo necesario).
Luis" junto a Luis Sandrini, y su fuerte se generó en la pantalla chica simbolizando al galán de los años 70, en telenovelas como "Pobre diabla" y "Piel naranja".
Al hablar de los juegos de la infancia (es el primero) no se sorprende mucho, pues considera que siempre (cuando jugaba) le gustaba protagonizar los juegos en los que estaba, y dice directamente: “Los actores jugamos a hacer a alguien más”.
Reconoce ser alguien comprometido, en todas las facetas de su vida, se muestra como alguien muy cauteloso, y reconoce que una vez para conseguir trabajo, se despertó al día siguiente de un feriado, muy temprano, pues dedujo que ese día normalmente nadie se presenta a las entrevistas.
En Paraguay trabajó como locutor.
Se considera como alguien que posee muy buena memoria, y lo demuestra como cierto, pues cada una de las respuestas que da parecen ser estudiadas (sin que se vuelvan recitadas), prácticamente nunca recurrió a la clásica mirada al techo para recordar lo que los docentes preguntaban con respecto al pasado.
Arnaldo André empezó a enseñar desde que se sentó en el escenario, indica que un actor tiene que ser inteligente, ser curioso, todo le debe llamar la atención y al mismo tiempo debe ser disciplinado.
Posee una voz importante, los años de locución evidentemente no fueron en vano, y en el momento en que el micrófono empezó a mostrar fallas, no tuvo duda alguna en quitárselo y proyectar la voz, Dardo hizo lo mismo, pues es otro poseedor de una voz de muy buena proyección, tal vez lo hizo por acompañar al actor en esta decisión.
Al indagarle sobre su personalidad, sobre todo con respecto al Paraguayo que hay en él, no dudó en decir que al “guaraní” le gusta agradar, y eso es algo fuerte en su personalidad. Y en él, esto es muy evidente, la sonrisa en su rostro fue prácticamente permanente.
Como enseñanza nos deja algo muy importante: “El talento se puede tener o no, pero claramente puede desarrollarse, y hay que desarrollarlo”.
En un momento, cuando la ronda de preguntas parecían culminar, Arnaldo propone al grupo de estudiantes, bajo conocimiento de que posiblemente todo lo que se preguntó estaba previamente pautado con los docentes, que hiciéramos preguntas ajenas a esto, pues consideró que no tiene nada que ocultar, y si con una respuesta puede sumar al aprendizaje nuestro, mejor.
No todos se animaron, así que tratando de ser consecuente con la forma que pretendía darle a mis informes, y el saber que el ser humano aprende por imitación, me anime a preguntarle sobre su actor favorito, del cual toma la mayor cantidad de consejos (ya sea directa o indirectamente).
Claramente mi pregunta fue muy vacilante, y Arnaldo André (sin maldad seguramente) supo decir: “No se puede mencionar un solo actor, pues se puede aprender de muchos”.
Gracias Arnaldo André.
Mira el SUMARIO.
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