Olor a tiempo!


Olor a tierra pesada y humedad,  madera. Olor a encierro. Ahi estaba.

Las uñas gastadas,  los puños agitados e inquietos, un sonido que retumba producto de una voz gastada que se niega a fallecer pero que poco a poco se consume en la agonia mientras se apaga.

La paciencia que recupera ese lugar indistinto y nomada que la desconoce con cada nuevo suspiro.

Una idea, dos, talvez tres, pero ninguna acertada.

Un cortometraje que llega al climax en menos de un minuto. El unico corto que fui capaz de dirigir y protagonizar en compañia de una produccion inutil, desamparada y desconfiada, pero sobre todo inutil.

La iluminacion es pesima, las camaras no buscan una estetica, los extras improvisan un guion que no recuerdan, los personajes secundarios intentan robar el protagonismo y el antagonista, sin rostro ni presencia, es la fuerza mas grande y dificil de enfrentar. En siete se acaba.

No hay comentarios:

Con la tecnología de Blogger.