“Antes yo iba a ver a boca a la popular, hasta que un día me dijeron: - que te haces el humilde-“es una de las tantas frases que de la boca de este (gran) actor cayeron cual diluvio, frases que para un periodista significarían los mejores títulos de cualquier entrevista.
Carlos Calvo sabe lo que dice y dice lo que sabe, reconoce que los padres subestiman la profesión de actor, o al menos los suyos no fueron ajenos a este comportamiento.
echaron”. Aun así, no desistiría fácilmente, comenzaría con trabajos menores en Canal 9 y Canal 7 en Buenos Aires, así como a estudiar actuación más profesionalmente, hasta que en 1974 tuvo lugar su primera temporada profesional, como actor de la obra de teatro La lección de anatomía, la cual incluía un desnudo. A ésta le siguieron Una libra de carne y Equus, entre otras.
Pero esto es historia, fácil de encontrar disponiendo de una sesión de 15 minutos en internet (que cruel se ha vuelto el manejo de información con respecto a aquellos que muchas veces tardan una vida entera para que todo se resuelva en un par de “clic”)
Pero esto es historia, fácil de encontrar disponiendo de una sesión de 15 minutos en internet (que cruel se ha vuelto el manejo de información con respecto a aquellos que muchas veces tardan una vida entera para que todo se resuelva en un par de “clic”)
Carlin nos muestra que la fama puede ser manejable, obviamente sabe que su vida cambió, y posiblemente nunca vuelva a ser ese desconocido que podía pasar desapercibido en cualquier parte (al menos en Argentina), pero aún así sabe que el cariño de la gente que a él se acerca, a pesar de reclamar una actitud de igualdad, es sana y sincera; el advierte que posee esa igualdad que tanto le reclaman, pues sabe que posee culpa (o conciencia). “Soy Católico”.
Se considera una persona muy “culposa” con respecto a esta profesión, pues sabe que él hace lo que ama hacer, pero no es para ser idolatrado u homenajeado, sino para vivir haciendo lo que más disfruta: actuar.
“Al único que banco hablando en tercera persona es a Maradona”, Carlin nos indica que el éxito (más bien fama) embrutece, por que se vive con el miedo de que se vaya y te encierra en una burbuja donde todo lo demás es innecesario.
Los juegos de la infancia de Carlin Calvo, fueron actuar, simple y sencillamente, y su enseñanza al curso que lo observa: “Nunca tengan miedo a preguntar, desde que alguien me lo enseñó, siempre lo hice”. Preguntar te vuelve humilde, y la fama se borra de tu cabeza.
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